Tony Nese recuerda sus lesiones
Tony Nese fue invitado a House Of Hardcore Podcast donde reconoció que ha estado luchado con el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda roto.

Fuente: WWE
Tony Nese recuerda sus lesiones. Tony Nese recuerda sus lesiones
Las lesiones son parte natural del mundo del wrestling. Raro es el luchador que no ha tenido que parar durante un par de semanas para recuperarse de alguna lesión de gravedad. Mientras que hay muchos que paran para recuperarse por completo, otros tratan de seguir peleando mientras se encuentran lesionados, como es el caso de Tony Nese.
Nese fue invitado a House Of Hardcore Podcast donde reconoció que ha estado luchando con el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda roto. “Años antes de empezar a hacer House of Hardcore, me rompí el ligamento cruzado anterior de mi rodilla izquierda. He estado viviendo sin él desde entonces. Fue en un show de PWG. Estuve dos semanas de descanso y volví al gimnasio. Iba de camino a Japón para Dragon Gate y la hinchazón en mi rodilla no estaba bajando. Fui a ver a un cirujano para ver si podía drenarla por mí. Quería hacer una resonancia magnética y me lo contó todo. Era un ligamento cruzado anterior totalmente desgarrado, un ligamento cruzado anterior parcialmente desgarrado, un ligamento cruzado anterior y ambos meniscos desgarrados. Me dijo: ‘Deberíamos operarnos mañana, ni siquiera deberías estar caminando’. Esa mañana, antes de ir al médico, estaba haciendo saltos de caja y pensé que estaría bien”.
El luchador reconoció que esa no era la única lesión con la peleo, pues afirmó que luchó con el bíceps desgarrado en WWE. “Me acababan de firmar en ese momento y estaba realmente asustado de decirles que me rompí el bíceps. Así que lo escondí y luché. Tan pronto como sucedió, miré a mi esposa y dije: ‘Creo que mi carrera ha terminado. Creo que la WWE me va a despedir’. Luego, comencé a pasar por la negación como, ‘Creo que simplemente lo sobre extendí, todo estará bien’. Estaba tan hinchado que no se notaba. Luego, cuando la hinchazón bajó, me di cuenta de que estaba desgarrado. En ese momento, afortunadamente, el dolor había desaparecido y ni siquiera tenía moretones”.
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